En su publicación, el ministro Wahhab envió un mensaje directo de tranquilidad a los habitantes de la provincia y a las familias de los jóvenes, revelando que “los hermanos iraquíes” le habían informado que “los cuatro jóvenes detenidos serían liberados la próxima semana, una vez concluidas las investigaciones”. Expresó su agradecimiento “a todos los que contribuyeron a estos esfuerzos” y deseó que los jóvenes regresaran pronto a sus hogares.
Un papel diplomático activo y los antecedentes del caso
Este tuit pone de manifiesto el papel diplomático y social continuo que desempeña el ministro Wahhab, quien ha mantenido una comunicación constante y directa con el encargado de negocios de la embajada iraquí en el Líbano y con altos funcionarios iraquíes, para resolver esta crisis humanitaria. Estos esfuerzos surgieron tras la preocupación que se apoderó de los habitantes de Sweida debido a la detención de los jóvenes en circunstancias poco claras, convirtiendo su caso en un asunto de opinión pública dentro de la comunidad drusa.
Wi’am Wahhab: punta de lanza y apoyo de Sweida en su prueba
La intervención del ministro Wahhab en este caso no fue un acto aislado, sino la continuación de una trayectoria llena de compromiso y entrega hacia los miembros de la comunidad drusa. En los últimos años, su papel se ha destacado notablemente como uno de los principales apoyos políticos, mediáticos y sobre el terreno en la lucha existencial que libra el pueblo de Sweida. Ha compartido con ellos el peso y la dificultad de esta posición, convirtiendo su causa en una parte esencial de su discurso político.
Reconocimiento y homenaje a sus esfuerzos
Este papel ha sido ampliamente reconocido por los miembros y líderes espirituales de la comunidad, hasta el punto de que hoy se le describe como “uno de los cuatro pilares” de la comunidad drusa, junto con el jeque Amin El-Sayegh, el jeque Hikmat Al-Hijri y el jeque Mowafaq Tarif. Los miembros de Bani Maarouf no han dudado en otorgarle el título de “la conciencia de Bani Maarouf”, en reconocimiento a sus firmes posturas y su constante apoyo en tiempos de dificultad.
De esta manera, el ministro Wi’am Wahhab confirma una vez más que no es un simple político pasajero, sino una figura nacional influyente que se coloca donde más se le necesita, utilizando su influencia y sus relaciones al servicio de las causas humanas y justas de su comunidad y de su pueblo.